Voley en la piscina

Siempre está muy bien realizar juegos adaptados para el agua. El voley acuático se complica mucho más porque la movilidad está mucho más reducida. Pero eso te obligará a hacer más fuerza. Además potenciarás las piernas con los saltos.
El hecho de estar la pelota mojada, también aumenta la dificultad, porque es más resbaladiza. Pero no te preocupes, porque te aseguro que te echarás unas cuantas risas jugando.

La manta

¡Volvemos a vernos! Para practicar este ejercicio, vamos a utilizar una tabla de piscina, de estas rellenas de corcho.
Es muy simple; solo tenemos que hacer carreras con nuestros amigos. Pondremos el vientre en la tabla, y con la ayuda de los brazos nos desplazaremos hacia delante. Puedes probar de diferentes estilos para complicarlo más, e inventarte algunos como ir solo con un brazo, o ir con los pies. Es un ejercicio muy variable, por lo que no tiene por qué aburrirte.
Yo recomiendo complicarlo un poco,  y llevar encima de la tabla una pelota, o un objeto. Así, tendrás que evitar que se te caiga por el camino.

Los caballitos tubulares

Sin duda, esta es una de las actividades más divertidas. Lo único que vamos a necesitar son churros.
Nos alineamos todos en una orilla, con el churro entre las piernas.

Tenemos que llegar hasta la otra parte, moviéndonos SOLO CON LAS PIERNAS. Imagínate que estás montando en bicicleta, y pedaleas. Cansa bastante, pero para ganar has de ser el más rápido. Enseguida notarás como potencias la fuerza de tus piernas.


Por cierto, el churro puede hacer mucho daño, así que no golpees a nadie, ¡aunque sea de broma!

Pásala

Lo único que necesitaremos en este ejercicio es una pelota. También, cuanto más grande sea la pelota, más difícil será. Ha de estar bien hinchada, para que cueste cogerla. Nos colocamos todos en círculo, en una parte donde hagamos pie. Es mejor que estemos un poco alejados, para aumentar la dificultad. Lo único que debemos hacer es pasarnos rápidamente la pelota, por debajo del agua sin que salga  a la superficie, dando la vuelta al círculo de forma que pase por todos.



Hay que hacerlo muy rápido para aumentar la dificultad. Como la pelota flota, hemos de ejercer fuerza hacia abajo para evitar que salga a la superficie, con lo que estaremos musculando los brazos. A aquel que se le escape la pelota, deberá de ir de una orilla a la otra y volver, nadando lo más rápido posible. Otra variante es pasar la pelota pr detrás de la espalda, ¡y la cosa se complica! Es un ejercicio muy divertido, porque si pierdes una vez, hacer fuerza con la pelota la siguiente ronda costará más.
Si estás solo, puedes coger la pelota, y tratar de llevarla lo más profundo que puedas. Es bastante difícil, pero es una forma muy buena de entrenar los brazos bajo el agua.

Las palmadas

Otro ejercicio interesante, se llama "Las palmadas". Con él, vamos a mejorar nuestra capacidad auditiva bajo el agua, lo que nos permitirá concentrarnos mejor a la hora de nadar.
Uno de los que estemos jugando, tiene que dar palmadas bajo el agua. Parece sencillo, pero mover una masa de agua no es tan fácil, por lo que a la vez estaremos ejercitando los brazos, para tener una mejor brazada. Los demás, con los ojos cerrados, tendrán que adivinar cuántas palmadas ha dado. El silencio ha de ser absoluto, porque las ondas de sonido se propagan peor por el agua; por eso hay que estar concentrados.



El que está dando la vuelta, dirá ya cuando haya terminado. Saldrán todos a la superficie, y dirán cuántas han escuchado. Ahora dará las palmadas el que haya acertado. Si acierta más de uno, las dará el más pequeño de ellos. Si no las acierta nadie, el que ha dado las palmadas vuelve a hacerlo.


Empújale lejos

Ahora entrenaremos nuestros brazos. Con nuestros amigos, formamos parejas. Uno tiene que ponerse en forma de bola, agarrándose las piernas con los brazos; el otro, ha de empujarlo con los brazos, por debajo del agua, y conseguir que llegue lo antes posible a la otra orilla. De todas las parejas, la que llegue antes gana.

Si desplazarnos a nosotros mismos debajo del agua cuesta, conseguir mover a alguien cuesta mucho más. El truco está en no agarrar a la otra persona, sino dejar las manos abiertas, planas y con los dedos juntos. Así lo empujaremos, sin arrastrarnos nosotros también. Lo mejor para este ejercicio es llevar gafas de buceo.

Una variante es agarrar la mano o el brazo de la otra persona, y tener que arrastrarla hasta el otro bordillo. Elijas el que elijas, es un ejercicio que cansa y te ayuda a fortalecer tanto brazos como piernas. ¡Ojalá nos resultase desplazar a alguien tan fácil como a este tiburón!

Cuidado con las casas

Este es otro juego para mejorar nuestra movilidad en el agua. Es realmente útil y muy sencillo. Lo único que necesitaremos serán objetos que floten, de corcho por ejemplo.

Consiste en colocar los objetos más o menos cerca, formando un circuito. Lo que debes hacer es recorrer ese circuito lo más rápido posible sin tocar ningún objeto. En el caso de no encontrar objetos que te sirvan, pídele a tus amigos que hagan de poste,  rectos en el agua sin moverse. La habilidad bajo el agua es muy importante para ser más dinámicos y mejorar nuestra velocidad.

Otro ejercicio interesante para mejorar la agilidad, es dar volteretas bajo el agua. Ten cuidado para que no te entre agua en la nariz cuando estés dando la vuelta. Cuando aprendas a hacer una, intenta hacer todas las posibles seguidas. Así al mismo tiempo, estaremos mejorando nuestra respiración.