Los caballitos tubulares

Sin duda, esta es una de las actividades más divertidas. Lo único que vamos a necesitar son churros.
Nos alineamos todos en una orilla, con el churro entre las piernas.

Tenemos que llegar hasta la otra parte, moviéndonos SOLO CON LAS PIERNAS. Imagínate que estás montando en bicicleta, y pedaleas. Cansa bastante, pero para ganar has de ser el más rápido. Enseguida notarás como potencias la fuerza de tus piernas.


Por cierto, el churro puede hacer mucho daño, así que no golpees a nadie, ¡aunque sea de broma!

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